Diagnóstico del Reflujo Exámenes Necesarios

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Si padece la enfermedad del reflujo ácido, es posible que haya acudido a varios médicos sin recibir un diagnóstico definitivo.

Algunos médicos le dirán que no pueden encontrar nada malo en usted, mientras que otros pueden sugerir que sus síntomas se deben al estrés o a la ansiedad y recomendar cambios en el estilo de vida, como aumentar el ejercicio y mejorar los hábitos de sueño.

El reflujo (también conocido como ERGE o acidez de estómago) es una afección que se produce cuando el ácido del estómago retrocede hacia el esófago.

Las personas que padecen reflujo pueden experimentar síntomas como ardor de estómago, regurgitación, dolor de garganta y dolor en el pecho.

El diagnóstico de reflujo puede hacerse sólo en base a los síntomas, pero identificarlo a tiempo mediante pruebas puede ayudarle a evitar complicaciones graves en el futuro. A continuación se indican algunas pruebas que pueden ayudar a determinar si tiene reflujo:

Para hacer el diagnóstico del reflujo se solicitará los siguientes exámenes:

Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento para la enfermedad por reflujo ácido, es importante confirmar el diagnóstico antes de comenzar el tratamiento.

Hay varias pruebas que pueden utilizarse para confirmar el diagnóstico de ERGE: la ingestión de bario (esofagrama), la monitorización del pH esofágico, la monitorización ambulatoria del reflujo esofágico (OERM), la endoscopia con toma de muestras de biopsia (y a veces la prueba de H pylori) y los estudios de vaciado gástrico."

  • A) Rastreo de sangre en heces fecales (guayacol en heces)
  • B) Monitoreo del pH esofágico (medir la frecuencia y la duración del ácido estomacal que entra al esófago, mediante un tubo que va desde la boca hasta el estómago)
  • C) Endoscopía para visualizar si existen úlceras o irritación en las paredes del esófago y estómago e intestino (mediante un tubo con una videocámara insertada en la punta).
  • D) Manometría esofágica para medir la acción motora del esfínter esofágico inferior (EEI) y del cuerpo esofágico (un catéter mide la presión esofágica y registra la duración y secuencia de las contracciones esofágicas) y
  • E) Serie de radiografías con bario para ver cómo se llena el esófago y estómago, detectando irregularidades de la luz y paredes.

No todos los estudios son necesarios y la realización de cada uno dependerá de la evaluación médica.

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Endoscopia

La endoscopia, o visualización del esófago con una cámara, puede realizarse en la consulta del médico o en el hospital. Es útil para diagnosticar el reflujo.

Durante la endoscopia, el médico utilizará varios instrumentos para observar la garganta y el estómago. En el procedimiento más habitual se utiliza un tubo fino y flexible con una pequeña cámara en la punta para guiarlo a través del cuerpo.

Después de administrarle anestesia (medicamento para el dolor), el médico introduce este tubo en una de las fosas nasales y lo guía hacia el esófago hasta llegar a la parte inferior del estómago (denominada "fondo gástrico").

A continuación, se puede soplar aire a través de este tubo para inflar esa zona, de modo que se haga más grande y se puedan ver más detalles en el monitor, así como cualquier crecimiento de tejido anormal (pólipos).

Si se encuentran pólipos durante un examen endoscópico, se pueden eliminar inmediatamente cortándolos con tijeras delante de los ojos de todos.

Manometría esofágica

La manometría esofágica es una prueba que mide la presión en el esófago. Puede utilizarse para diagnosticar el reflujo y evaluar la gravedad de la enfermedad del paciente. La prueba puede realizarse en la consulta del médico, en un entorno ambulatorio o en un hospital, dependiendo de las preferencias del médico y del equipo disponible.

Si su médico sospecha que tiene ERGE basándose en sus síntomas y no está interesado en ir directamente a la endoscopia (que puede requerir sedación), éste sería un primer paso adecuado para realizar más pruebas.

Trago de bario (esofagrama)

La ingestión de bario (esofagrama) es una prueba para evaluar el esófago, el estómago y el duodeno. Se traga una pequeña cantidad de bario y se toman radiografías para ver si hay algún problema en el esófago, el estómago o el duodeno.

El bario puede utilizarse como agente de contraste para las tomografías computarizadas que evalúan las vías respiratorias, los senos paranasales y la función del intestino grueso. El paciente se someterá primero a un estudio del tracto gastrointestinal superior que puede incluir:

  1. Inserción de una sonda orogástrica.
  2. Manometría esofágica (registro de la presión) durante la comida.
  3. Endoscopia superior con biopsia.

Monitorización del pH esofágico

La monitorización del pH esofágico es una prueba para confirmar que hay ácido subiendo desde el estómago. La prueba puede realizarse en un hospital o en un centro ambulatorio, y puede hacerse durante 24 horas o más.

Se introduce un pequeño tubo en el esófago para medir la acidez, y este tubo mide si el ácido llega al esófago.

Monitorización ambulatoria del reflujo esofágico

La monitorización del reflujo esofágico es una prueba que mide el reflujo de ácido hacia el esófago. La prueba se realiza mientras el paciente está en reposo, despierto y dormido.

Monitorización con sonda de pH durante 24 horas

La prueba de monitorización de la sonda de pH durante 24 horas se utiliza para medir la acidez del esófago. No es una prueba que pueda realizarse en casa, sino que debe llevarse a cabo en un hospital o consulta médica.

El procedimiento consiste en colocar una pequeña sonda a través de la nariz hasta el estómago. Esta sonda mide los niveles de pH en varios puntos a lo largo de su recorrido, incluido el esófago, lo que puede ayudar a determinar si tiene o no ERGE. Los resultados de la prueba se utilizan para determinar la gravedad de su enfermedad y si es necesario o no un tratamiento.

Endoscopia

La endoscopia es un procedimiento en el que se introduce un pequeño tubo flexible en la boca, bajando por la garganta hasta el esófago, el estómago y el duodeno. El tubo está conectado a una luz y a una cámara, lo que permite al médico ver el revestimiento del esófago.

El endoscopio puede utilizarse para examinar otros órganos internos; sin embargo, este procedimiento puede requerir sedación y anestesia, dependiendo de su ubicación.

Estudios de vaciado gástrico

Los estudios de vaciado gástrico se utilizan para diagnosticar la gastroparesia. La gastroparesia es una enfermedad en la que el estómago tarda demasiado en vaciar los alimentos.

Esto puede provocar náuseas y vómitos, así como otros síntomas como hinchazón, ardor de estómago o eructos que no están relacionados con la ingesta de ningún alimento específico ni con el momento de la comida.

Si cree que tiene gastroparesia, su médico puede recomendarle que ingiera una comida rica en carbohidratos (como el pan) antes de someterse a un estudio de vaciado gástrico.

Esto les indicará si hay algún problema con la rapidez con la que su cuerpo procesa los alimentos, y es importante que los médicos lo sepan para poder ofrecer las opciones de tratamiento adecuadas para controlar su enfermedad de forma eficaz.

Antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, es importante confirmar un diagnóstico antes de comenzar el tratamiento.

El diagnóstico es el primer paso para aliviar los síntomas. Si no puede precisar por qué se producen los síntomas, es posible que no reciba el tratamiento adecuado para su reflujo.

En conclusión: antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento, es importante confirmar un diagnóstico antes de iniciar el tratamiento.

Monitorización de impedancia ambulatoria

La monitorización de la impedancia ambulatoria es una prueba que mide la cantidad de tiempo que pasas en posición de reflujo.

Se utiliza para determinar si el reflujo está causando problemas, y también puede ser útil para ver si el reflujo ha mejorado o empeorado desde que se inició el tratamiento.

Sin embargo, no se utiliza para diagnosticar el reflujo porque no da información sobre la cantidad de ácido estomacal que tiene o si su esófago está gravemente dañado por el ácido.

Estas son algunas de las pruebas que pueden utilizarse para diagnosticar el reflujo.

Estas son algunas de las pruebas que pueden utilizarse para diagnosticar el reflujo.

La endoscopia, la manometría esofágica, la sonda de pH de 24 horas y la impedanciometría ambulatoria son algunas de las pruebas que pueden utilizarse para diagnosticar el reflujo.

Algunas pruebas, como la deglución de bario o la serie gastrointestinal superior, pueden no ser necesarias a la hora de diagnosticar la enfermedad por reflujo.

Qué causa el reflujo?

Entender lo que ocurre puede ayudarte a sentirte mejor. Si tienes síntomas de reflujo, es importante que acudas a tu médico. Si sufres acidez de estómago o reflujo gastroesofágico y quieres prevenir estas afecciones en el futuro, haz todo lo posible por evitar los factores desencadenantes, como las comidas picantes y el alcohol. ¿Y si esas medidas no funcionan? Considera la posibilidad de hablar con tu médico sobre opciones como la medicación o la cirugía.

La causa principal del reflujo es la incompetencia del esfínter esofágico inferior (EEI). El esfínter esofágico inferior es una válvula muscular que se abre para permitir que los alimentos, la saliva y el aire pasen fácilmente.

Cuando se cierra correctamente, impide que el ácido vuelva a subir a la garganta y al esófago -la parte del tubo digestivo situada entre el estómago y la boca- y mantiene los alimentos en el estómago, donde deben estar. Otros factores que pueden contribuir son:

  1. el sobrepeso o la obesidad
  2. El embarazo.
  3. fumar.
  4. el estrés.
  5. ¿Cuáles son los síntomas del reflujo?
  • Acidez (sensación de ardor detrás del esternón)
  • Regurgitación de alimentos o líquidos de la boca después de tragar
  • Dolor de garganta / ronquera por el material refluido que irrita la laringe y las cuerdas vocales.

Tratamiento del reflujo

El tratamiento del reflujo es una combinación de medicamentos, cambios en el estilo de vida y cirugía.

Los medicamentos pueden utilizarse para suprimir la producción de ácido por parte del estómago. Entre ellos se encuentran los inhibidores de la bomba de protones (IBP), los antagonistas de los receptores de histamina 2 (bloqueadores H2) y los antiácidos.

Los IBP funcionan mejor en personas con síntomas graves o complicaciones de la ERGE y se consideran la terapia de primera línea para el tratamiento de la esofagitis erosiva. Los bloqueadores H2 son útiles para reducir el ardor de estómago, pero no previenen las úlceras ni las curan si se producen. Los antiácidos proporcionan un alivio rápido de la acidez, pero no tratan las úlceras ni las curan si se produce una en el esófago.

Los procinéticos son fármacos que aumentan el movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo, acelerando la rapidez con la que el estómago se vacía en el intestino delgado, donde realmente se produce la digestión.

Por lo tanto, mejoran la digestión en general al permitir que los alimentos pasen a través de él más rápidamente, lo que puede reducir los episodios de reflujo, ya que los alimentos no permanecen en el estómago tanto tiempo como es habitual, lo que provoca presión en sus paredes debido a que la gravedad tira de todo hacia abajo para que sea expulsado a los intestinos.

Cómo prevenir el reflujo

Hay varias cosas que puedes hacer para prevenir el reflujo. Entre ellas se encuentran:

  • Comer menos, especialmente antes de acostarse
  • Comer más despacio
  • Evitar los alimentos que desencadenan el reflujo (véase más abajo)
  • Evitar el alcohol y el tabaco. Relajan el esfínter esofágico inferior y facilitan la entrada de ácido en el esófago. Si fuma, intente dejar de hacerlo al menos dos semanas antes de someterse a una endoscopia o a un procedimiento en la garganta o el pecho.
  • Esto le ayudará a asegurarse de que es seguro someterse a estos procedimientos sin ningún efecto secundario derivado de su historial de tabaquismo, como la inflamación de las vías respiratorias, que podría provocar dificultades para respirar durante la cirugía o posteriormente al intentar volver a respirar con normalidad una vez terminada la operación.

¿Es grave el reflujo?

El reflujo puede ser grave si provoca un agujero en el revestimiento del esófago y el ácido lo atraviesa.

El reflujo puede ser grave si provoca una neumonía, que se produce cuando el ácido sube a la garganta y llega a los pulmones.

El reflujo puede ser grave si provoca una hemorragia, que puede producirse por la aparición de úlceras en el revestimiento del esófago (el reflujo también puede provocar úlceras).

Si tiene enfermedad por reflujo y cicatrices en el esófago, esto se conoce como esófago de Barrett. Si padece la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) de forma crónica durante más de cinco años, existe una probabilidad de uno en diez de que desarrolle el esófago de Barrett en los diez años siguientes al diagnóstico.

Todo sobre el ardor de estómago y la ERGE

La acidez es una sensación de ardor en el pecho que puede subir hasta la garganta. El dolor puede ser leve o intenso y suele durar unas horas. Está causado por el ácido que sube del estómago al esófago.

La ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico) se produce cuando el contenido ácido del estómago sube al conducto que conecta la boca con el estómago (esófago). Esto provoca la inflamación del esófago y los síntomas de acidez.

Las personas que padecen ERGE suelen tener síntomas frecuentes de ardor de estómago, que pueden ser de leves a graves, dependiendo de la cantidad de ácido que refluya hacia el esófago. El síntoma más común es el ardor de estómago.

Conclusión

El reflujo es una afección común que provoca ardor de estómago y otros síntomas. Suele estar causado por el ácido del estómago que llega al esófago (el conducto que lleva los alimentos de la boca al estómago). Este artículo explica cómo se produce el reflujo, qué se siente y cómo se puede tratar.

Si usted o un ser querido sufre de reflujo, es importante que acuda a un profesional médico que pueda diagnosticar y tratar la afección. Si no se trata, el reflujo puede tener graves consecuencias, como el cáncer de esófago o el esófago de Barrett.

En conclusión, las pruebas anteriores pueden servir para diagnosticar el reflujo.

Dr. Isidoro Wiener Carrillo Especialista en Gastroenterología, Cirugía General y Laparoscópica, tratamiento de gastritis, colitis, úlceras, enfermedades del hígado y el páncreas. Distrito Federal

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Dr. Isidoro Wiener Carrillo

Especialista en Gastroenterología, Cirugía General y Laparoscópica, tratamiento de gastritis, colitis, ulceras, enfermedades del hígado y el páncreas. CDMX

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