Prevención de la Cirrosis

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La cirrosis es una enfermedad que se produce cuando las células del hígado se dañan y se acumula tejido cicatricial.

Afecta a unos 5 millones de personas en Estados Unidos, y se espera que el número de personas con cirrosis aumente considerablemente en los próximos 20 años.

La cirrosis puede provocar graves problemas de salud, como insuficiencia hepática o crecimientos cancerosos (nódulos cirróticos).

Sin embargo, hay esperanza para los enfermos de cirrosis: El tratamiento puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones. En algunos casos, puede incluso revertir el daño causado por la cirrosis.

En este artículo, exploraremos las causas y los síntomas de la cirrosis para que pueda aprender a tratarla adecuadamente si usted o un ser querido ha sido diagnosticado con esta enfermedad. También hablaremos de las formas de prevenir el desarrollo de la cirrosis en primer lugar.

Limitar el consumo de alcohol

El alcohol es una toxina que puede ser muy perjudicial para el hígado. Para prevenir la cirrosis, debe limitar la cantidad de alcohol que bebe.

Si bebe alcohol, tome sólo una copa al día en el caso de las mujeres y dos en el de los hombres. Evite las borracheras o el consumo excesivo de alcohol durante largos periodos de tiempo. Si decide beber alcohol, no conduzca nunca después de haber bebido incluso pequeñas cantidades de alcohol (una copa).

Puede provocar un accidente que le perjudique a usted o a otros si conduce después de haber consumido cualquier cantidad de alcohol.

El alcohol daña la capacidad de tu cerebro para tomar buenas decisiones y aumenta los comportamientos de riesgo, como conducir bajo los efectos del alcohol o mantener relaciones sexuales sin protección.

Mantenga su preción bajo control

Hay una serie de cosas que puede hacer para reducir las posibilidades de padecer cirrosis. Debe seguir una dieta equilibrada y evitar la comida basura, los alimentos procesados, la carne roja, las grasas saturadas y las grasas trans.

Evite también la sal en todas sus formas (incluida la de mesa), las bebidas azucaradas (como los refrescos) y el alcohol. El consumo de tabaco es otro factor de riesgo de la cirrosis, así que si fuma es el momento de dejarlo.

Mantenga una dieta saludable

  1. Coma una variedad de alimentos.
  2. Evite los alimentos grasos como la carne roja y la mantequilla.
  3. Evite en lo posible los alimentos procesados, especialmente los que tienen un alto contenido en sodio (sal), azúcar o grasas saturadas.
  4. Coma muchas frutas y verduras todos los días para ayudar a reducir el riesgo de cirrosis; son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes que protegen el hígado de los daños causados por las sustancias químicas nocivas del medio ambiente o por el abuso del alcohol.

Vacúnese contra la hepatitis A y B

Es importante conocer los datos sobre la hepatitis A y B, ya que se pueden prevenir. Tanto si es padre como si es profesional sanitario, es fundamental que sepa cómo prevenir la cirrosis:

  1. Las hepatitis A y B son infecciones víricas que pueden causar daños en el hígado.
  2. Las hepatitis A y B se contagian a través de alimentos o agua contaminados.
  3. Para prevenir las hepatitis A y B, ¡vacúnese contra ellas! Existen vacunas para ambas cepas del virus, con una dosis para adultos de 0,5 mL (o algo menos de una cucharadita).
  4. Las vacunas funcionan introduciendo una pequeña cantidad de microbios muertos en el organismo para que el sistema inmunitario cree anticuerpos contra ellos, anticuerpos que atacarán cualquier exposición futura a estos virus cuando vuelvan a entrar en el organismo, pero esta vez no causarán la enfermedad porque ya no quedan microbios vivos en su interior.*

No beber en exceso.

Cuando use productos químicos en su trabajo, al limpiar su casa o al trabajar en el jardín tome las siguientes precauciones:

  1. Asegúrese de que haya buena ventilación.
  2. Use el producto siguiendo las instrucciones.
  3. Nunca mezcle substancias químicas.
  4. Evite el contacto de estas substancias con su piel, pues se pueden absorber a través de ella y lávese prontamente si esto ocurre.
  5. Evite inhalar substancias químicas.
  6. Use ropa que lo proteja.

Manténgase bajo cuidado médico si desarrolla una hepatitis viral hasta que su mejoría esté asegurada.
El hígado es un órgano grande, con gran reserva funcional, capaz de seguir desempeñando sus funciones vitales aunque esté dañado.

También tiene la capacidad de repararse a sí mismo en cierto grado. Las células que mueren pueden ser reemplazadas por otras nuevas. Si la causa de la cirrosis puede ser eliminada, estos factores ayudan a tener cierta mejoría y a desempeñar una vida normal.

Consuma una dieta rica en fibra

Llevar una dieta rica en fibra es una de las cosas más importantes que puede hacer para prevenir la cirrosis. La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cirrosis.

La fibra también ayuda a reducir la presión arterial. Esto es especialmente útil si tiene cirrosis biliar primaria, que también puede ser causada por la presión arterial alta.

Comer fibra también ayuda a mantener el azúcar en sangre bajo control, lo que significa que es menos probable que desarrolle diabetes y, por tanto, menos probable que desarrolle una enfermedad hepática como la cirrosis más adelante.

Controle los factores de riesgo de la diabetes y las enfermedades cardíacas

  1. Evitar la obesidad: El sobrepeso aumenta en gran medida el riesgo de cirrosis. Un exceso de grasa corporal ejerce presión sobre el hígado, haciendo que se inflame y cicatrice.
  2. Evitar fumar: El tabaquismo se ha relacionado con todo tipo de enfermedades hepáticas, incluida la cirrosis. También se corre mayor riesgo si se vive con alguien que fuma o si se ha trabajado como camarero o cocinero durante muchos años.
  3. Evitar el consumo excesivo de alcohol: Las bebidas alcohólicas contienen calorías que pueden contribuir al aumento de peso y aumentar las posibilidades de desarrollar diabetes y niveles altos de colesterol. El consumo de más de siete bebidas a la semana se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar hepatitis alcohólica (una forma de enfermedad hepática).
  4. Evite el colesterol alto: los niveles altos de colesterol total están relacionados con una mayor probabilidad de desarrollar una enfermedad de hígado graso, que puede conducir a la cirrosis en el futuro, así que asegúrese de que el suyo se mantiene por debajo de 200 mg/dL.

Evite las toxinas que dañan el hígado

  1. Evitar el alcohol y otras sustancias que dañan el hígado.
  2. Evitar el tabaco.
  3. Evitar las drogas (de prescripción y recreativas).
  4. Evitar las toxinas ambientales, como las que se encuentran en los decapantes, los pesticidas y el aceite de motor.

Reduzca la exposición a sustancias químicas tóxicas

  1. Reducir la exposición a productos químicos tóxicos
  2. Evitar la exposición a sustancias químicas tóxicas en el lugar de trabajo es un primer paso. Si está expuesto a altos niveles de sustancias químicas en el trabajo, debe hablar con su supervisor para crear un entorno de trabajo seguro para usted y los demás. También puede considerar el uso de equipos de protección, como guantes y máscaras, cuando trabaje con estas sustancias nocivas.

El segundo paso es evitar la exposición a sustancias químicas tóxicas en su hogar. Siempre debe leer cuidadosamente las etiquetas cuando compre productos o utilice limpiadores domésticos, ya que algunos artículos domésticos comunes pueden ser peligrosos si se consumen o inhalan en exceso (por ejemplo, la lejía).

Además, intente no tocar ningún pesticida que se utilice en la casa, si es posible; esto incluye insecticidas y raticidas, que pueden ser especialmente peligrosos si los manipulan los niños o las mascotas.

Haga lo anterior para evitar la cirrosis

La cirrosis es una enfermedad grave que puede conducir a la insuficiencia hepática y a la muerte. Es importante conocer los factores de riesgo de la cirrosis y tomar medidas para prevenirla.

Para evitar la cirrosis, es importante evitar el consumo de alcohol, mantener un peso saludable, llevar una dieta rica en frutas y verduras y cereales integrales, limitar el consumo de grasas saturadas como la mantequilla y la carne roja, hacer ejercicio con regularidad -especialmente ejercicios con peso- y seguir las pautas recomendadas para tomar medicamentos como el paracetamol (Tylenol).

Conclusión

Nuestros cuerpos son máquinas increíbles, pero también son frágiles. Debemos cuidarlo para tener una vida larga y feliz. Y esto no sólo se aplica al cuerpo, sino también a la mente. Si sientes que necesitas más apoyo para controlar los niveles de estrés o ansiedad, considera la posibilidad de buscar opciones de terapia para ti y/o tus seres queridos.

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Dr. Isidoro Wiener Carrillo

Especialista en Gastroenterología, Cirugía General y Laparoscópica, tratamiento de gastritis, colitis, ulceras, enfermedades del hígado y el páncreas. CDMX

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