Pancreatitis Crónica Síntomas y Diagnóstico
La pancreatitis crónica es, un proceso de larga evolución que consiste en una alteración de la estructura de la glándula debida básicamente a fibrosis (inadecuada cicatrización), que es progresivo en el tiempo y que termina por desestructurar toda la glándula, llegando, al final, a alterarse todas las funciones de este órgano.
La pancreatitis es una enfermedad dolorosa y a menudo debilitante que puede provocar dolor abdominal y otros síntomas digestivos.
Afecta a millones de personas cada año. Hay dos tipos principales de pancreatitis: crónica y aguda. La pancreatitis crónica es más común que la aguda y tiende a tener un inicio insidioso con pocos síntomas tempranos o signos de advertencia; sin embargo, puede volverse extremadamente dolorosa con el tiempo.
En este artículo, hablaremos de cómo se desarrolla la pancreatitis crónica y cómo la diagnostican los médicos. También le daremos consejos para controlar una enfermedad que afecta al páncreas, un pequeño órgano situado detrás del estómago.
Generalmente, no se reconoce un evento preciso en el que comience la lesión y, en el momento del diagnóstico, la lesión ya está establecida.
Síntomas de la Pancreatitis Crónica
El síntoma principal de la pancreatitis crónica es el dolor crónico, que está presente en más del 80 por ciento de los pacientes.
Frecuentemente se trata de un dolor continuo, de intensidad moderada, en la parte alta del abdomen, irradiado hacia la espalda, que empeora tras las comidas o tras beber alcohol y que mejora al flexionar el tronco hacia adelante o al tumbarse boca abajo.
Cuándo acudir al médico
Si experimenta alguno de los siguientes síntomas, debe buscar atención médica inmediatamente:
- Dolor en la parte superior del abdomen que es intenso, constante o que empeora
- Náuseas y vómitos
- Distensión abdominal (hinchazón)
- Dificultad para respirar o falta de aire
Si tiene antecedentes familiares de pancreatitis, ciertos factores de riesgo y un nivel elevado de triglicéridos en la sangre (hipertrigliceridemia), su médico puede recomendarle pruebas de imagen para buscar signos de pancreatitis crónica.
Causas
- El consumo excesivo de alcohol puede causar pancreatitis crónica.
- El tabaquismo es un importante factor de riesgo para desarrollar pancreatitis, especialmente si se ha diagnosticado la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.
- El sobrepeso también está relacionado con un mayor riesgo de pancreatitis crónica.
Si tiene antecedentes familiares de cáncer de páncreas, puede tener un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, así como la forma más sencilla de pancreatitis crónica conocida como pancreatitis alcohólica aguda.
Los trastornos genéticos, como la fibrosis quística y el síndrome de Von Hippel-Lindau, pueden aumentar el riesgo de padecer ambas formas de la enfermedad; sin embargo, la mayoría de los casos están causados por factores desconocidos, como el consumo de alcohol y la obesidad.
Otras causas son:
- Medicamentos que causan inflamación en el cuerpo (por ejemplo, los AINE como el ibuprofeno).
- Infecciones que dañan el páncreas (por ejemplo, las paperas)
Factores de riesgo
- Fumar
- Alcohol
- Obesidad
- Antecedentes familiares
- Medicamentos (corticosteroides)
Diagnóstico de la Pancreatitis Crónica
Está causada por la inflamación del páncreas, la mayoría de las veces debido al abuso del alcohol. Sin embargo, también hay otros factores de riesgo, como cálculos biliares o anomalías de la vesícula biliar; la pancreatitis también puede estar presente en personas con diabetes mellitus.
Una persona con pancreatitis crónica suele tener dificultades para identificar la causa exacta de su dolor, ya que éste puede provenir de varios lugares del cuerpo en los que el páncreas no funciona correctamente (el bazo y los riñones también están implicados).
El primer dato que hay que tener en cuenta para sospechar una pancreatitis crónica debe ser una historia clínica sugestiva (ingesta crónica de alcohol, dolor abdominal crónico o episódico, pérdida de peso, diarrea, diabetes...).
Dolor abdominal superior persistente
El dolor puede ser leve o intenso. Puede describirse como un ardor, un roce, un dolor, una punzada o un calambre.
El dolor puede localizarse en cualquier parte del abdomen superior y puede irradiarse a la espalda y al omóplato derecho.
El dolor suele ser constante y no intermitente, pero puede empeorar cuando se comen o beben ciertos alimentos (como las grasas) y cuando el páncreas se irrita por la actividad física, como correr o levantar objetos pesados. El dolor puede localizarse en el lado izquierdo o derecho del abdomen, dependiendo de la parte del páncreas afectada por la pancreatitis crónica.
Pérdida de peso
La pérdida de peso es uno de los síntomas más comunes de la pancreatitis crónica. Aunque algunas personas pueden experimentar una rápida pérdida de peso, esto no es habitual. Lo más frecuente es que se produzca de forma gradual a lo largo del tiempo.
Heces aceitosas y malolientes (esteatorrea)
Heces aceitosas y malolientes (esteatorrea)
La esteatorrea es la presencia de un exceso de grasa en las heces. Las heces son grasientas y malolientes, lo que significa que pueden tener un aspecto de requesón o un brillo aceitoso. Si tiene esteatorrea, puede notar un aumento de su peso corporal porque la ingesta de grasas no se está digiriendo correctamente.
El páncreas suele segregar enzimas que descomponen los alimentos en componentes más pequeños que pueden ser absorbidos a través de la pared intestinal para ser utilizados por las células de todo el cuerpo.
Sin embargo, si estas enzimas no se producen en niveles suficientes o cuando se necesitan -o si fallan por completo- la digestión será incompleta, lo que conduce a una mala absorción de nutrientes y a que las partículas de alimentos no digeridos lleguen a partes del intestino grueso donde residen bacterias en abundancia.
Estas bacterias comienzan entonces a fermentar estos nutrientes no digeridos liberando gases como metano (CH4), sulfuro de hidrógeno (H2S), dióxido de carbono (CO2) y gas hidrógeno (H2).
Náuseas y vómitos
Las náuseas son una sensación de malestar en el estómago. También puede llamarse "malestar" o "náuseas", y suele ir acompañada de dolor abdominal.
El vómito es el vaciado forzado del contenido del estómago por la boca. Esto ocurre cuando te sientes mal del estómago, cuando tu cerebro desencadena contracciones que empujan la comida hacia arriba a través del esófago, pasando por los labios y llegando al inodoro o al cubo de la basura si no tienes la suerte de estar cerca de uno en ese momento.
Los vómitos pueden ser un signo de muchas enfermedades, especialmente las que implican inflamación (hinchazón) o irritación dentro del tracto digestivo.
Por ejemplo, los vómitos son habituales después de comer ciertos alimentos, como los picantes, o cuando se toman ciertos medicamentos, como los antibióticos utilizados para tratar infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica.
Los vómitos también pueden producirse con problemas de abuso de alcohol, ya que el alcohol irrita tanto el revestimiento del interior del estómago que provoca náuseas y a veces también vómitos..
Plenitud abdominal persistente después de comer
La plenitud abdominal es un síntoma común. Sin embargo, puede ser leve o muy grave y puede estar asociado a náuseas y vómitos.
Es posible sentir un dolor persistente en la parte superior del abdomen después de comer (postprandial) que dura varias horas. Esto es el resultado de la inflamación del páncreas y la acumulación de líquido causada por el reflujo de la bilis hacia el páncreas. Este síntoma también puede darse en personas que no tienen pancreatitis crónica pero tienen sobrepeso u obesidad.
Complicaciones
Las complicaciones pueden ser:
- Diabetes
- Cálculos calcáreos en las vías biliares y el páncreas
- Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) debido a una enfermedad hepática
- Dolor abdominal intenso con náuseas, vómitos, pérdida de apetito y de peso. Esta afección se denomina pancreatitis aguda. Puede ser causada por cálculos biliares o por el consumo de alcohol.
- Insuficiencia renal (disfunción del riñón). Si es grave, las personas pueden necesitar un trasplante de riñón para sobrevivir.
- Insuficiencia hepática (disfunción del hígado). Los síntomas incluyen debilidad, piernas o tobillos hinchados (edema), erupción cutánea con picor en partes del cuerpo no expuestas a la luz solar (prurito), ojos amarillos o ictericia cutánea.
El tratamiento correcto de la enfermedad reducirá estas complicaciones.
Hay dos tipos de pancreatitis crónica: la idiopática y la alcohólica. Los principales síntomas son dolor abdominal, pérdida de apetito, pérdida de peso y vómitos. Además de los síntomas mencionados, es importante identificar la enfermedad en una fase temprana porque reducirá estas complicaciones.
Para diagnosticar esta enfermedad o evitar complicaciones que puedan surgir en el futuro como la diabetes mellitus tipo 2 o la colelitiasis, es esencial asegurarse de que se acude a la atención médica lo antes posible si se tiene algún síntoma de pancreatitis crónica.
Si experimenta alguno de estos síntomas, comuníqueselo a su médico de cabecera o a su gastroenterólogo inmediatamente.
Si experimenta alguno de estos síntomas, infórmele a su médico de cabecera o a su gastroenterólogo inmediatamente.
Cuanto antes busque tratamiento, más posibilidades tendrá de recuperarse rápida y completamente. Esperar demasiado tiempo podría empeorar su estado y provocar una pancreatitis crónica o incluso la muerte.
Tratamiento de la Pancreatitis Crónica
La pancreatitis crónica es una enfermedad de larga duración que provoca dolor en el páncreas. Se desconoce la causa de la pancreatitis crónica, pero se cree que se debe a muchos factores, como la genética y el consumo de alcohol.
No hay cura para esta enfermedad, pero el tratamiento puede ayudar a mejorar sus síntomas y su calidad de vida.
La pancreatitis es una inflamación del páncreas, que es una glándula que produce enzimas para ayudar a digerir los alimentos.
La pancreatitis crónica es una enfermedad prolongada y progresiva que afecta al páncreas. También se conoce como pancreatitis crónica recidivante.
Con el tiempo, el páncreas ya no puede funcionar como debería. El páncreas produce insulina y otras enzimas que ayudan a digerir los alimentos.
El páncreas produce insulina y otras enzimas que ayudan a la digestión de los alimentos.
Como el páncreas está situado justo detrás del estómago y debajo del hígado, segrega sus enzimas en el intestino delgado.
La enzima llamada tripsinógeno es activada en el duodeno por una enzima llamada enteroquinasa. El tripsinógeno se convierte entonces en tripsina, que activa otras enzimas pancreáticas para descomponer las proteínas en componentes más pequeños que pueden ser descompuestos aún más por los ácidos biliares y los jugos intestinales.
El páncreas produce unos cinco litros de jugos digestivos al día para una digestión normal. Sin embargo, si padece una pancreatitis crónica, el páncreas puede sufrir algunas cicatrices debido a la inflamación (la inflamación se produce cuando el sistema inmunitario responde en exceso).
La pancreatitis crónica es una enfermedad prolongada y progresiva que afecta al páncreas. También se conoce como pancreatitis crónica recidivante.
La pancreatitis es una inflamación del páncreas. Puede ser aguda o crónica, pero la forma más común es la pancreatitis crónica. La pancreatitis crónica es una enfermedad progresiva a largo plazo que afecta al páncreas.
También se conoce como pancreatitis crónica recidivante una enfermedad inflamatoria progresiva caracterizada por episodios recurrentes de inflamación local y necrosis del tejido parenquimatoso en respuesta a insultos repetidos como el abuso del alcohol, el tabaquismo y la hipertrigliceridemia (niveles elevados de triglicéridos en la sangre).
A menudo se produce en pacientes con cálculos biliares o enfermedades del tracto biliar, aunque también puede ocurrir sin que ninguno de ellos esté presente.
La pancreatitis también puede afectar a la regulación del azúcar en sangre y causar diabetes con el tiempo.
La pancreatitis también puede afectar a la regulación del azúcar en sangre y provocar diabetes con el tiempo. Esto se debe a que el páncreas produce tanto insulina como enzimas digestivas, que ayudan a digerir los alimentos.
Cuando se padece una pancreatitis aguda, la capacidad del páncreas para producir enzimas digestivas disminuye porque se inflama y se hincha a causa del ataque de su propio sistema inmunitario.
La pancreatitis crónica empeora esta situación al reducir la producción de enzimas digestivas aún más que la pancreatitis aguda, lo que da lugar a un riesgo aún mayor de desarrollar diabetes mellitus de tipo 2 (también llamada diabetes de tipo II o de inicio en la edad adulta).
Tratamiento de la pancreatitis aguda
La pancreatitis aguda es una emergencia médica. Puede poner en peligro la vida, sobre todo si no se trata rápidamente.
La pancreatitis aguda está causada por la obstrucción de los conductos del páncreas. Puede deberse a cálculos biliares o a un traumatismo (como un golpe en el abdomen), pero a menudo no se encuentra ninguna causa.
Los síntomas de la pancreatitis aguda suelen ser:
- Náuseas y vómitos
- Dolor abdominal que empeora cuando se mueve o come algo
- Pérdida de apetito
La pancreatitis crónica.
El tratamiento de la pancreatitis crónica está encaminado a mejorar la calidad de vida de los enfermos y a intentar paliar aquellas complicaciones que puedan surgir.
El seguimiento común es:
- Aliviar o suprimir el dolor mediante medidas que van de menor a mayor intensidad.
- En algunos casos el dolor mejora o desaparece si se evita el alcohol y se realiza una dieta ligera con comidas frecuentes y poco cuantiosas.
- Puede hacerse uso de analgésicos suaves, o más fuertes o asociados a tranquilizantes o a opiáceos.
- En casos rebeldes puede ser necesario el bloqueo de los nervios que conducen el dolor hasta el cerebro mediante técnicas radiológicas o endoscópicas e incluso la cirugía.
- Debe también intentarse que la función que el páncreas va perdiendo, se supla mediante la administración por vía oral de enzimas que él ya no fabrica.
- Si se desencadena una diabetes, debe tratarse adecuadamente.
Dieta y Nutrición
Para controlar el dolor, es posible que tenga que evitar algunos alimentos. Evite:
- Los alimentos grasos
- El alcohol
- Productos de tabaco
Además, tenga en cuenta que las bebidas carbonatadas pueden empeorar sus síntomas. Evite estas bebidas:
- Agua con gas
- Agua de Seltz
Otros alimentos y bebidas pueden evitarse porque le resultan demasiado difíciles de digerir o le provocan hinchazón.
El café y el té pueden empeorar sus síntomas si irritan su estómago o sus intestinos (tracto digestivo). La cafeína también dificulta que los alimentos pasen por el tracto digestivo con demasiada rapidez; esto puede provocar diarrea al principio, pero más tarde estreñimiento, ya que el cuerpo ralentiza el peristaltismo (el movimiento de los músculos que ayuda a mover los alimentos en nuestros intestinos).
Colecistectomía
Si tiene pancreatitis crónica, su médico puede recomendarle una colecistectomía. Se trata de un procedimiento quirúrgico para extirpar la vesícula biliar.
La colecistectomía es el procedimiento quirúrgico más común en Estados Unidos y se realiza para tratar los cálculos biliares, que son pequeños depósitos duros que se forman en la vesícula.
Los cálculos biliares pueden causar dolor o molestias y pueden requerir tratamiento si se atascan en su camino a través de los conductos biliares (los tubos que llevan la bilis desde el hígado a los intestinos).
Durante la colecistectomía se realiza una incisión en un lado del abdomen, por debajo de la caja torácica. El cirujano extrae la totalidad o parte de la vesícula biliar a través de este corte.
Con el tiempo, el páncreas ya no puede funcionar como debería.
Las enfermedades del páncreas incluyen la pancreatitis y el cáncer de páncreas.
Con el tiempo, el páncreas deja de funcionar como debería. El páncreas es una glándula situada en el abdomen que produce enzimas que ayudan a digerir los alimentos e insulina, que regula el azúcar en sangre. También produce jugos digestivos que se mezclan con la bilis para descomponer las grasas.
El páncreas es un órgano importante y puede verse afectado por muchas enfermedades, como quistes, tumores, inflamación o cicatrización (pancreatitis), obstrucción debida a cálculos biliares o traumatismos por cirugía/traumatismos causados por el crecimiento excesivo de células cancerosas (cáncer).
El tratamiento de la pancreatitis crónica incluye procedimientos endoscópicos para reducir el dolor, drenar el páncreas y mejorar la digestión de los alimentos.
Si tiene pancreatitis crónica y siente dolor, es probable que su médico le recomiende procedimientos endoscópicos para reducir sus molestias.
Los procedimientos endoscópicos incluyen la colocación de un stent pancreático y el drenaje del páncreas, que pueden ayudar a mejorar la digestión de los alimentos. Estos tratamientos suelen ser eficaces para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad.
Conclusión
La pancreatitis crónica es una enfermedad grave que requiere tratamiento y seguimiento. Los síntomas pueden ser difíciles de diagnosticar, pero si experimenta alguno de estos síntomas es importante que busque atención médica inmediatamente. La pancreatitis crónica puede causar complicaciones potencialmente mortales si no se trata, por lo que la intervención temprana es fundamental.
La pancreatitis es una enfermedad grave que no debe ignorarse. Si experimenta alguno de estos síntomas, comuníqueselo a su médico de cabecera o a su gastroenterólogo inmediatamente.
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