Endometriomas de Pared Abdominal en Paciente Postmenopáusica
No se trata de una urgencia médica, pero es importante abordarla.
Los endometriomas de la pared abdominal se observan con frecuencia en mujeres posmenopáusicas con adenomiosis que siguen una terapia hormonal sustitutiva.
Los síntomas de los endometriomas de la pared abdominal pueden incluir dolor en la parte baja de la espalda, molestias pélvicas y, a veces, frecuencia o urgencia urinaria.
Los endometriomas son quistes que se forman en la cavidad abdominal, normalmente en los ovarios. Aunque son benignos, pueden causar un dolor considerable y otros síntomas. La cirugía se considera el mejor tratamiento para los endometriomas, pero hay varias opciones entre las que elegir.
El paciente asintomático: ¿Debemos intervenir o no?
Si la paciente está asintomática, y si no desea quedarse embarazada o que le extirpen el endometrioma, ¿debemos intervenir?
La respuesta es probablemente no. En este caso, no hay beneficios probados de la intervención, pero puede haber riesgos potenciales de la cirugía.
Además, hay muchas otras opciones terapéuticas que pueden probarse primero antes de considerar la cirugía, como: medicación para el dolor; tratamiento hormonal con la píldora anticonceptiva; AINE (por ejemplo, ibuprofeno); medicamentos antiinflamatorios como el diclofenaco; e incluso terapias alternativas como la acupuntura o la homeopatía[2][3].
¿Cirugía?
La decisión de operarse no se toma a la ligera. Puede ser un proceso largo y doloroso, que requiere un amplio tiempo de recuperación.
Los casos más seguros y eficaces son los que han sido evaluados exhaustivamente con estudios de imagen (TAC o RMN) y mediante ecografía, que mostrarán la extensión del tumor y si hay alguna otra anomalía además de éste que requiera más investigación o tratamiento.
Los endometriomas tienden a crecer lentamente con el tiempo, por lo que puede no ser necesario extirparlos inmediatamente a menos que empiecen a causar un dolor importante u otros síntomas.
Sin embargo, si no se vigila cuidadosamente su evolución después de la extirpación quirúrgica de un endometrioma de gran tamaño (y especialmente si vuelve a crecer), el dolor puede volver a ser crónico rápidamente porque se ha perdido la pista de la cantidad de tejido que se extirpó originalmente y, una vez más, se pueden dejar pequeños parches de tejido cicatricial residual que podrían formar nuevos quistes más adelante.
¿Qué cirugía?
La elección del procedimiento depende del tamaño y el número de quistes, así como de sus preferencias personales.
La ablación consiste en quemar el revestimiento del quiste para que no vuelva a crecer. Se utiliza para endometriomas pequeños o inmaduros que causan dolor pero que probablemente no causen ningún daño si se dejan solos.
La escisión es el tratamiento estándar para los endometriomas grandes que son dolorosos o interfieren en la fertilidad.
Consiste en extirpar todo el revestimiento del interior del quiste y, a continuación, coser las aberturas que puedan permitir que vuelva a crecer en su sitio (también puede formarse tejido cicatricial sobre estas heridas). La ovariectomía es otra opción si tiene un endometrioma grande y doloroso; consiste en extirpar quirúrgicamente ambos ovarios junto con parte de la trompa de Falopio afectada, lo que reduce los niveles de estrógeno y alivia los síntomas.
Técnica quirúrgica
La técnica de escisión quirúrgica se basa en el tamaño y la localización del quiste. Si el quiste es grande, puede dividirse en dos o más partes. Cuando se utiliza esta técnica, el cirujano disecciona cuidadosamente alrededor de cada endometrioma eliminando por completo toda la endometriosis circundante.
Si un endometrioma es pequeño, dejarlo en su sitio puede ser una opción para usted si está dispuesta a aceptar su presencia y su posible reaparición en un momento posterior de su vida
¿Cómo hacerlo?
El endometrioma puede extirparse de varias maneras. El ginecólogo puede utilizar un instrumento quirúrgico especial para extirpar el quiste, o puede extraerlo a través de una incisión (corte).
La técnica de extirpación de un endometrioma depende de su localización y de su tamaño. En la mayoría de los casos, cuando el endometrioma es pequeño y está situado en el ovario, los cirujanos no tienen que hacer una incisión (corte) en la piel. En su lugar, pueden utilizar una de estas dos técnicas:
Laparoscopia
un cirujano realiza un pequeño corte bajo el ombligo mientras usted está despierta pero relajada. El cirujano introduce un fino telescopio llamado laparoscopio en esta abertura para ver el interior del abdomen y el útero.
A continuación, el cirujano utiliza otros instrumentos que pasan a través de las aberturas del útero para extirpar el quiste directamente de su lugar sobre el ovario, cortando todo el tejido enfermo alrededor de cada lado hasta que sólo quede tejido ovárico sano debajo de ellos; o
En la mayoría de los casos los síntomas del paciente no pueden atribuirse al quiste, pero el riesgo de cáncer es importante.
- El riesgo de cáncer es significativo.
- Los síntomas no pueden atribuirse al quiste.
- Se recomienda la cirugía.
- La cirugía debe ser realizada por un especialista con experiencia en el procedimiento, que conozca su historial médico y tenga acceso a sus exploraciones y pruebas diagnósticas anteriores.
Conclusion
Los endometriomas no son peligrosos en la mayoría de los casos. El riesgo de cáncer es muy bajo, pero es importante que las pacientes comprendan que, aunque no tengan síntomas, su médico puede recomendar un tratamiento si cree que existe la posibilidad de que el quiste se vuelva canceroso.
Caso clínico
Se trata de paciente de sexo femenino de 53 años de edad quien no refiere antecedentes relevantes excepto por 2 cesáreas, la última hace 23 años, FUR a los 46 años y cuyo padecimiento comienza 2 meses antes de su ingreso y se caracterizó por Dolor abdominal de inicio paulatino intermitente, en meso e hipogastrio sin irradiaciones específicas, que ceden con la administración de AINEs acompañado por sensación de calor local y nausea ocasional.
EF Consciente, TA 110/70, FC 92, FR 18, T36,6, IMC 37, hipohidratada, cardiocirculatorio y respiratorio sin compromiso , abdomen con peristalsis normoactiva, palpación superficial y profunda dolorosa en región operatoria previa (cesárea media infraumbilical) con la presencia de una hernia postincisional no complicada. Leucocitos de 9,500 sin neutrofilia.
Funcion renal, tiempos de coagulación, PFH y EKG normales. Con el Diagnóstico de Hernia postinicional es programada para tratamiento quirúrgico.
Discusión Es un caso de Endometriosis en Pared abdominal en la postmenopausia sin terapia de reemplazo hormonal. La incidencia de éste tipo de lesiones oscila entre 0,1 y 2% de los casos que no reciben terapia hormonal de reemplazo.
La paciente acude por una hernia postincisional posterior a Laparotomía media por Apendicitis complicada 3 años atrás. Los cambios histopatológicos que presenta en los endometriomas son degenerativos y activos, lo que según la literatura internacional se presenta en 0,3 a 4% de los endometriomas.
La localización extraperitoneal se observa en tan solo 0,4% de los casos de endometriosis, Un caso que se resuelve quirúrgicamente en forma satisfactoria, los bordes libres de lesión, y la reparación del defecto herniario satisfactorio.
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